Pese a la (i)lógica censura del disco “Erotica” (1992), la industria y las pistas de baile lo posicionan como uno de los mejores de la historia. Subamos los niveles, el volumen y démosle lugar a una Madonna que come plátanos y no le importa nada.
Por Analhi Aguirre
¿Qué más se puede decir sobre Maddy? Tal vez que es la encargada, o mejor dicho, fue quien le dio la bienvenida a un mundo subterráneo, que estaba –por lo menos una buena parte- bien oculto. Sin duda, “Deeper and deeper” hace honor al mejor dance de cualquier época. Madonna llega a su disco – era verdaderamente de su propiedad- luego de que vemos a Udo Kier, un conocido actor alemán por sus películas de terror, decirle que tenga cuidado con los demonios y los ídolos porque van a perseguirla. La joven no parece escuchar las palabras de este hombre y se encamina cada vez más profundo a su pérdida de la inocencia. Aunque ya sabemos que muchas veces Madonna tiene sus cuestiones bastante moralinas, también estamos conscientes de que ella misma es la apertura a esta vida sin límites y más libre. Discusiones aparte, hay un segmento en el que las chicas y ella se reúnen en un cuarto de la disco a contemplar a uno de los chicos fetiches. Desde aquí, la fruta prohibida deja definitivamente de ser la manzana. No te pierdas: a la genial directora de cine, amiguísima de Madonna, Sofía Coppola, y los increíbles ropajes estrafalarios y setentosos de la población danzante.