Los carnavales tradicionales han subsistido por siglos y se han convertido en la atracción perfecta para festejar la llegada de la primavera, así como el inicio de la cuaresma.
Por: Alberto Vega
Previo al miércoles de ceniza, danzantes, banda y cohetes realizan su aparición en diferentes plazas y municipios de México. La palabra carnaval tiene varias acepciones: En latín, carnem-levare, significa “abandonar la carne” (por los preceptos religiosos en épocas de Cuaresma). Otra interpretación más moderna en esa misma lengua, carne-vale, la define como “adiós a la carne”.
En el siglo XX, otra interpretación la relacionó con Carna, diosa Celta, y con deidades indoeuropeas relacionadas con la carne y con el deseo sexual. En México, fue una oportunidad para ridiculizar a los conquistadores españoles, por su latente espíritu mocho y para fortalecer el mestizaje unificando las comunidades, fuera de la religión y sus normas. Actualmente la festividad tiene una esencia lúdica.
Huejotzingo
Los pobladores oriundos de esta ciudad del Estado de Puebla, ubicada al pie del Volcán Iztaccíhuatl, festejan el tradicional carnaval, viendo desfilar en sus calles suntuosos batallones luciendo los vistosos trajes típicos de la región. Por cuatro días las comparsas (o batallones) rememoran la batalla del 5 de mayo, el primer matrimonio católico entre nativos americanos y el rapto de la hija del Corregidor de Puebla por el bandido Agustín Lorenzo. Diferentes grupos integrados por zapadores, zacapoaxtlas, franceses, turcos, indios y zuavos, preparan sus trajes típicos, bordados y confeccionados a la manera 100% tradicional. En ocasiones la indumentaria excede los 10 mil pesos y los vestuarios son considerados verdaderas obras de arte. Para los huejotzingas el carnaval representa rememorar una tradición que tiene más de 150 años, además de que representa la oportunidad de ser el centro de la fiesta y fandango en todo Puebla.
Morelos
En la tierra de Zapata, la burla y la mofa a los conquistadores españoles salen a la luz durante los días de fiesta. Los tradicionales chinelos (personajes carnavalescos mestizos) toman vida al son de la banda y, al mismo tiempo, saltan, se regocijan y ondean banderines. Los municipios de Morelos organizan sus carnavales desde enero hasta semana santa, integrando a los municipios de la comarca, los cuales disfrutan en las calles de bebidas destiladas, pulques, quesadillas e itacates (tortillas triangulares rellenas de guisados típicos de la región).
Chinelo y comparsa de chinelos
Los carnavales más importantes del estado se viven en las poblaciones de Tepoztlán, Jiutepec, Tlaltizapán y Anenecuilco.
Campeche
Alegres desfiles, conciertos y una variada gastronomía son parte de uno de los carnavales más longevos de México. Durante quince días de carnaval en esta ciudad amurallada, la religiosidad popular se vuelca hacia el Cristo de San Román. Las calles son cerradas para ver desfilar a la pareja elegida como los Reyes del Carnaval y las numerosas alusiones a las actividades propias de la región. Uno de los elementos más representativos de esta fiesta es la Sepultura del mal humor y el nacimiento del gallo de la alegría. El primero es representado con un pirata de trapo que es incinerado, el segundo con alebrijes y carros alegóricos que dejan al descubierto el alma festiva de Campeche.
Llamativos colores, mucho brillo, música, alegría y una clima de festejo, disfrute y distensión son elementos típicos de los carnavales mexicanos.
Paisajes de Campeche
Fotos: Alberto Vega y SECTUR