“Elizabethtown” (2005) es de esas historias que prometen una road movie y lo logran. Sólo que tienes que llegar al final para disfrutar realmente del recorrido. En esta parte, el soundtrack explota de felicidad musical y llegamos todos juntos al “2nd Largest Farmers Market in the World”.
Por Analhi Aguirre
Es unánime que la mejor película de Cameron Crowe es “Almost Famous” (2000) y, quizás, sea ese el problema de las opiniones divididas sobre “E-Town”, como les gusta llamarla. La historia es muy buena: Drew es un joven orgulloso que lleva a la quiebra la empresa donde trabaja. Su papá muere y debe ir al entierro. En el camino, se encuentra a Claire, una azafata que lo hará realizar ese trayecto por el sur de Estados Unidos que, alguna vez, había programado con su padre. La chica le prepara un trip en un cuaderno, estilo diario de viaje, pero a la inversa: las páginas están llenas de las imágenes que él debe conocer, con una banda de sonido para cada lugar y, al final, con una visita al Segundo Mercado de Granjeros más grande del Mundo, que obviamente está lleno de todo tipo de productos.
Lo más increíble es que ese mercado, que no puedes perderte en el film, tan bien puesto, con unos dulces que dan ganas de comerse y con Claire usando un gorro rojo y esperando al protagonista: es una puesta en escena, es decir, es ficcional. Dicen que para leer un libro y creértelo, hay que hacer un pacto de lectura con el autor, pues, sucede lo mismo con este itinerario que termina en una de las locaciones más buscadas por los viajeros. Eso sí: las otras secuencias de comida son efectivamente tradicionales y, sobre todo, reales.