Fotos y texto por Luis Daniel Bennetts Campos
Una de las figuras más destacadas en el mundo del chocolate a nivel internacional, visita México por primera vez para hablar sobre la innovación y el desarrollo de la pastelería y chocolatería, así como su aplicación para platillos dulces, con una visión vanguardista.
Miquel Guarro, de 24 años, es el pastelero y chocolatero español más mencionado en el mundo del chocolate. Y es que a su corta edad, ya ha establecido una carrera exitosa: considerado el mejor chocolatero de España, miembro del colectivo 21 Brix y ahora parte del equipo de la Chocolate Academy como chef responsable de la marca Cacao Barry tanto en su país como en Portugal.
A pesar de tanto trabajo por hacer, Miquel pudo hacer una visita a la ciudad de México, donde la Chocolate Academy fungió como anfitrión. Fue en éste mismo lugar donde él pudo impartir durante tres días un curso dirigido a algunos de los más reconocidos chefs pasteleros de la ciudad, profesionales de la pastelería y chocolatería, que fueron una inspiración para quienes buscan elaborar y servir un postre a la mesa.
“Cuando les dije a mis padres que quería estudiar pastelería, no les gustó mucho la idea, porque cuando empecé era -y sigue siendo- visto como un oficio duro y de poco prestigio”, comentaba Miquel al hablar sobre el inicio de su carrera, similar a la de un cocinero, pues estar en una cocina trabajando en horarios de jornadas interminables 6 días a la semana es verdaderamente un oficio duro. “¡Está cambiando por suerte!”, concluyó.
Al hacer una ganache o explicar el porqué de la importancia de las temperaturas al trabajar con chocolate, Miquel desprendía una vibra que pocos profesionales -tanto en la gastronomía como en cualquier área- pueden expresar: pasión por lo que hace. “El día en que me llamó Ramon Morató para formar parte de la Chocolate Academy, es de los que más voy a recordar en mi vida; al final es un sueño hecho realidad. Estoy súper agradecido, porque además valoran mi trabajo y me dan la oportunidad de seguir formándote y no quedarte nunca atrás” decía Guarro.
El ver a profesionales tan jóvenes en la gastronomía, sobre todo en pastelería y chocolatería, es una señal de que existe talento en las nuevas generaciones y que la globalización exige cada vez más, y con mayor velocidad, la necesidad de nuevas y mejores ideas.
Gracias a la Chocolate Academy y a todos los involucrados por impulsar a ver más allá de lo tradicional y saltar a este movimiento que podríamos llamar la cultura del chocolate.