Dos años antes del nuevo milenio, aparecieron discos que auguraban una época moderna, abierta y sobre todo felizmente ambigua. Porque, como grita Sonique, que puede freír huevos y ser la mejor DJ de la disco, “It feels so good”.
Ella es una chica trabajadora – y es imposible no recordar a la fantástica Donna Summer con su “She works hard for the money” (1983)- y debe preparar comida rápida en un restaurante sin nada de brillo ni glamour. Será por eso que, mientras atiende a los clientes, sueña y le canta al amor…Repentinamente, su hora termina y se va a casa con su atuendo, más bien simple y masculino. Pero Sonique, una británica ultra pro, puede ser todo lo que quiera. En su hogar, al son de su propia voz, se hace algo de cenar, a la vez que hornea su música para llevarla a las mejores pistas del mundo con vestimentas elegantes, femeninas y, ahora sí, aderezadas de un brillo increíble.
Pon atención en: la ropa de trabajo de Sonique sospechosamente impecable, luego de haber estado horas cocinando, y la estufa súper cool de su departamento.