Nápoles es una ciudad italiana famosa por ser el lugar donde se originó la pizza. Las primeras referencias que se tienen de éste platillo datan de principios del siglo XVIII, pues no fue sino hasta ese entonces que se comenzó a utilizar el jitomate como alimento en Europa –pues este ingrediente había llegado al continente tras el encuentro con América– y no como planta de ornato.
En un principio, la pizza napolitana no era más que un disco de masa suave con tomate, pero posteriormente se le agregó a la receta trozos de queso mozzarella y un poco de aceite de oliva extra virgen. Platicamos con Manuel Scallia, pizzero del restaurante Vesuvio, ubicado en Santa Fe, al poniente de la Ciudad de México, quien compartió con nosotros los secretos de una auténtica pizza napolitana. Este cocinero, como todo buen italiano, aprendió a preparar los platillos tradicionales de su país natal al observar de cerca a su nonna, quien le enseño las bases de esta gastronomía y posteriormente al ayudar a su padre dentro de una cocina durante su tiempo libre. Scallia es ingeniero de profesión, pero su pasión por una masa bien hecha lo llevó a dedicarse por completo a los hornos.