“Music and Lyrics” (2007) es una película irresistible: la canción que componen los personajes principales, la historia de amor, la ridícula banda ochentera que aparece… y la cantidad de comida, incluyendo el puré de papas de la hermana de la protagonista.
Por Analhi Aguirre
Si le dan un vistazo a las películas de la primera década del siglo XXI, la comida es casi un elemento ausente, en contraposición a lo que sucede en el cine durante los noventas. En ese entonces cinéfilo, aparece todo tipo de alimentación: kilos de chatarra, restaurantes de lujo y no tanto, súper o mini mercados a granel, muchísimas cafeterías y bares, entre otros establecimientos donde la gente come sin tapujos. Algo similar, pero con un toque de cuidados dietéticos, ocurre en “Música y Letra”. Sophie Fisher conoce por casualidad a Alex Fletcher, el ex integrante de la comestible Pop! El cantante tiene que componer una canción para una estrella adolescente de moda y descubre que Sophie tiene un talento oculto para crear letras. Por supuesto, ellos se enamoran y juntos van a comer a la casa de la hermana de Sophie, Rhonda, una fanática cuarentona de Alex, que se dedica a la comida dietética. Entonces, Alex debe atascarse de puré de papas junto con platos llenos de brócolis, zanahorias y otras verduras asociadas. Justo en la mesa, los enamorados se enteran de que la canción que compusieron juntos “Way back into love” ha sido aceptada. Demás está decir que es una verdadera delicia la canción en cuestión, además de las tiernísimas actuaciones de Hugh Grant y Drew Barrymore.