Preparen las consolas de sonido para que no se derritan frente a Lenny… Sí, porque cuando aparece este morocho mega neoyorkino y con sus 50 bien cumplidos, siempre hay que tomar medidas para recibirlo. Y más cuando nos canta, todo triste, arriba de la cocina de su departamento.
Por Analhi Aguirre
Como sea, él no llega a tiempo con el “zapatito” y el desencuentro sucede. Por supuesto, escucharemos la canción 10 mil veces para ver cuándo ocurre el milagro y el cuento de hadas se hace realidad. Los 2 imperdibles: los besos sabrosones que se da la pareja y Lenny afligidísimo cantando como un niño regañado sobre su cocina de lujo.