En su vida rutinaria y plana, dos cosas causan que Harold Crick valore su vida: ser el personaje de una novela y la pastelería de Ana Pascal. “Stranger Than Fiction” (2006) es una película donde la harina tiene un papel protagónico.
Por Analhi Aguirre
Hay veces que necesitamos darnos cuenta de que la historia que construimos va más allá de nuestra voluntad. Harold Crick –un perfecto Will Ferrel- es un típico oficinista que un día se percata de que una voz lo está narrando. Repentinamente, comienza a investigar sobre el origen y descubre que existe una autora que crea sus días. Casualmente y por su trabajo de consultor, debe cobrarle los impuestos a una atractiva pastelera. Sin embargo, Harold, no se anima a pedirle una cita hasta que se entera de que su narradora piensa matarlo.
Entonces, ambos se acercan, pero son precisamente unas deliciosas galletitas que le ofrece la muchacha a Harold lo que logra el contacto. Lo más tierno: cuando Harold le regala a Ana una caja con muchos tipos de harina para que hornee.