Texto y fotos Inés Saavedra
Hay más de siete mil islas en el Caribe, todas llenas de leyendas de viajeros y piratas, famosas por su clima privilegiado que ha permitido llenar las mesas caribeñas con una infinita variedad de frutas exóticas. Históricamente, las islas del Caribe han sido lugar de intercambios culturales importantes. No olvidemos que fue aquí donde llegaron los primeros españoles en el s. XV.
Aunque existen características particulares en cada isla, el Caribe mantiene elementos gastronómicos comunes. Cuba, Jamaica, República Dominicana, Haití y Puerto Rico son quizá las islas más representativas del Caribe por ser las más grandes en extensión.
El Caribe ha sido una zona receptora de influencias negras, europeas e indígenas que han generado una cocina mestiza. Ha adoptado ingredientes nuevos y métodos de cocción; utiliza el arroz como uno de sus elementos principales y el plátano está presente en muchas preparaciones, tanto dulces como saladas, así como el coco, el frijol, la yuca, la mandioca, las carnes de cerdo y los productos del mar. También recurre a muchas frutas tropicales como la carambola, el mango o la fruta del pan.
El ron es una de las bebidas más características del Caribe, siendo el más famoso el jamaicano. Y para cerrar este recorrido caribeño, nada como pasar una tarde en los portales caribeños tomando una taza de café, entre sonidos que nos ponen a bailar; sabores de coco y plátano; una copa de ron y un clima privilegiado.