Resulta que la Teniente Ripley, una de las grandes heroínas de la ciencia ficción y, por qué no, del cine, es la única tripulante de Nostromo que ha regresado con vida luego de ver al octavo pasajero. En Aliens (1986) no sólo la convencen para que regrese a aniquilar a su enemigo extraterrestre, sino que tiene que convivir con un exhibicionista grupo de marinos que se queja del pan de maíz a bordo en su primera mañana en el espacio.
Por Analhi Aguirre
Sigourney Weaver es perfecta en su rol de Ripley: su actitud, inteligencia, cautela… y temor la configuran como la inolvidable chica mata extraterrestres. James Cameron, que no sólo ha dirigido Titanic (1997), retoma la saga con absoluto cuidado y genialidad: Ripley vuelve al planeta del bicho maldito y, a través de ella, se burla del espectacular, ahora inútil, ejército. Los muchachos y muchachas son bien rudos, pero se lamentan como infantes consentidos en el primer desayuno. Aún con la promesa de que el pan de maíz les dará fuerzas, se lamentan de la primera comida del día en la nave.
Sin embargo, todo se complica más cuando Bishop, que viaja junto con ellos, hace una prueba con un cuchillo y las manos de dos de los jóvenes. El momento matinal y casi familiar se rompe cuando Ripley se da cuenta que el atrevido pasajero que asustó a los marinos es una persona artificial. Alimentos “extraños”, androides y una mujer que nos enseña que, en estos casos, la fuerza no sirve de nada.