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Pie de limón, nota previa a su extinción

Por Antonieta Torres

©th07.deviantart.net
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Creo que no conozco a una sola persona que no le guste éste postre. Vamos, es un clásico de la repostería y casi en todos los escaparates lo vemos… O veíamos…

¿A quién no se le antoja algo rico, fresco, dulce y delicioso después de la comida? ¿O a media tarde, con el pretexto del café? Pues hasta hace algún tiempo veíamos en los refrigeradores de los restaurantes o en las pastelerías aquellos pies que son su cobertura dorada de merengue nos hacían salivar al extremo, en donde el contraste de sabores y texturas no dejaba a nadie sin ganas de un poco más. Pues sí, era el pie de limón, todo un clásico que sin querer ha ido desapareciendo a favor de las modas y de la introducción de nuevas preparaciones (que no dejan de ser buenas) pero siempre es garantía recurrir a los clásicos.

Entonces, el pie de limón, como su nombre lo dice, en español se puede traducir como una tarta de limón, con corteza de una pasta de galleta que sólo va en la base, ya que está cubierto con merengue, y éste último puede ir crudo (ese que queda blanco, blanco) u horneado (que termina con vetas café).

Al parecer, se conocía ya desde la Edad Media una especie de “cuajado” de limón, incluso se cuenta que la Reina Isabel I lo consumía asiduamente, sin embargo no tenía el formato con el que lo conocemos, con la base y el merengue, era sólo lo que ahora sería el relleno, que se comía con scones o como relleno para pasteles.

Es deducción mía, pero imagino que la idea de decorar con el merengue (o sea, en estilo tal cual con una manga y una duya), pudo haber surgido después de que la idea se generó en la mente de Antonin Carême, gastrónomo y cocinero del S. XIX, y a alguien le gustó la idea de ponerlo –también- para decorar ésta tarta.

Se cuenta que tal cual como se consume, o sea, con el merengue, surge por allá de mediados del siglo XIX, algunos dicen que en Australia, otros que en Inglaterra, pero lo que sí es cierto es que fue creado con la intención de hacer un postre fino, fresco y sencillo, ya que se realizaría con ingredientes de la granja, y algo que siempre hay son huevos y limones (quién diría que esa combinación daría lugar a tan excelente creación).

En México, yo recuerdo verlo siempre en las reuniones familiares o de amigos, era como uno de los “postres predilectos”, incluso antes que un pastel, repito ¡es que era un clásico! Ahora lo encontramos en pastelerías super tradicionales (de esas de “toda la vida”), o ya de plano que lo hagamos en casa para poder disfrutarlo.

Bueno, pues dadas las circunstancias es momento de ir a donde aún lo hacen (y bien) y pedir uno, para que no se pierda la bonita tradición de comerse un rico pie de limón:

Marie Callender’s: éste restaurante se ha posicionado como un lugar con repostería de excelente calidad, así que dadas las recomendaciones, vale la pena darse una vuelta.

Insurgentes Sur 1168, Del Valle Centro (frente al parque hundido)

Pays Coronado: Sin duda también hay poca gente que no los conoce, se han consolidado como especialistas en pies y por supuesto que cuentan con uno de limón.

Se puede probar en las sucursales de: Coyoacán, Lindavista, Julio Verne, Homero y Sevilla.

 

Y aquí les dejamos la receta:

©receta-cocina.net
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Ingredientes:

Corteza:

  • 2 tazas de galletas Marías molidas
  • 1/2 taza de mantequilla derretida

Relleno:

  • 1 lata de leche condensada
  • 1/2 taza de jugo de limón
  • 4 yemas de huevo mezcladas

Merengue:

  • 4 claras de huevo
  • 3/4 de taza de azúcar

Preparación

  1. Para la Corteza: En un recipiente mezclar la galleta molida con la mantequilla derretida. Presionar ésta mezcla en el fondo y costados de un molde de pie. Llevarlo al horno precalentado a 180ºC durante 15 minutos. Retirar del horno y dejar enfriar.
  2. Para el Relleno: Mezclar la leche condensada con el jugo de limón y las yemas. Verter sobre la corteza de galleta y regresar al horno 15 minutos más. Retirar del horno y dejar enfriar.
  3. Para el Merengue: Batir las claras hasta que estén bien espumosas. Agregar gradualmente el azúcar y seguir batiendo hasta que estén a punto de nieve.
  4. Distribuir el merengue encima del pie. Con la ayuda de un tenedor o cuchara formar picos con el merengue. Regresar al horno hasta que se dore ligeramente el merengue.

 

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