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Ramadán y la alimentación musulmana

Por Antonieta Torres

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El Islam es una religión abrahámica monoteísta que adora exclusivamente a Alá sin coparticipes (es decir, no hay nadie más a quien rendir honores o tributos). Se inició con Mahoma en el año 622 en La Meca, (Arabia Saudita), y se extendió rápidamente por toda la zona de oriente medio.

En base al Corán, que es su libro sagrado, se tienen que cumplir con ciertas reglas particulares en cuando a alimentación se refiere. Si se es musulmán, cada vez que se dispongan a comer, se pronunciará la palabra Bism’illah (en el nombre de Dios), y al terminar, se dará gracias con la palabra Al-hamdul’illah (alabado sea Dios).

De igual modo, se han consumir únicamente los alimentos considerados halal, que son preparados de acuerdo a los preceptos que dicta el Corán, también se menciona, por ejemplo, el que el ser humano debe gozar de los dones de la naturaleza, y mostrar gratitud hacia ello, y por lo tanto le está permitida la caza y la pesca, así como el consumo de carne de puerco y sus derivados, la sangre, las bebidas alcohólicas, los animales de tierra que no poseen oídos, aves rapaces o carroñeras, animales que murieran sin ser sacrificados por el ritual musulmán y aquellos que no hayan sido alimentados con alimentos permitidos. De igual modo, existe un periodo de tiempo significativo (en cuanto a limitaciones se refiere) denominado Ramadán (en árabe, sawm).

Ramadán

El Ramadán es el noveno mes del calendario musulmán, y comienza con la aparición de la luna (luna nueva) a finales de Sha’ban (octavo mes), es importante para los musulmanes ya que según la tradición, es el mes en el que le fue revelado el Corán al profeta Mahoma. En él, aprovechan para reflexionar e indagar en su espiritualidad, y les está prohibida cualquier actividad que rompa la meditación, como beber, comer, fumar o mantener relaciones sexuales desde que sale hasta que se pone el sol.

No todos están obligados a realizar el Ramadán, es decir, sólo incluye forzosamente a los musulmanes adultos, sanos de juicio, saludables, que no se encuentren de viaje, indistintamente si se es hombre o mujer, aunque en éste último caso, ella debe estar fuera de la menstruación, puerperio o embarazo, también les esta permitido no ayunar a los ancianos débiles, enfermos crónicos y las personas que ejercen trabajos muy forzosos (como un campesino o un albañil, por ejemplo), y en compensación, por cada día que no se haya ayunado, se dará de comer a un pobre sin esperar nada a cambio (este acto es denominado Kaffárah).

Su obvia importancia radica en el ayuno que se realiza, aunque cuando se pone el sol, se puede consumir todo lo que se desee, razón por la que los dulces y alimentos altamente calóricos son muy socorridos. Los primeros alimentos que se suelen consumir al caer el sol son dátiles, agua, leche y sopas, ya que son ligeros y abren el apetito, y los dátiles y dulces al ser altamente energéticos le fortalecen tras el ayuno. Para la ingesta de alimentos (que prácticamente es la cena) no se tienen reglas específicas, se pueden preparar gran variedad de alimentos, sobre todo ensaladas y Tajine, con carnes, pescados y pastas.

El último día del Ramadán, se denomina Aid al fitr (fiesta con la que termina el ayuno – o desayuno), que consiste en una oración, regalos para los niños, comidas y encuentros familiares. Se considera un día especial, el terminar el ayuno y preparar dulces típicos y una gran comida de “hermanamiento”, en donde también se agradece a la mujer por todo lo que ha hecho a lo largo del mes del Ramadán. Estas celebraciones duran (por lo general) 3 días en los países musulmanes.

El tipo de comidas que suelen hacerse, claramente varía de región a región, por ejemplo en la zona mediterránea, se preparan sopas al estilo de los gazpachos españoles, se cocinan langostinos, varios platos a base de cuscus (con carne o verduras), varios tipos de briouats (que son una especie de empanada triangular pequeña, que se rellena de muchas formas, como pollo, papas, vegetales, e incluso dulces, con azúcar, nueces, dátiles, etc.)

Otro ejemplo es la zona árabe, de donde muchas preparaciones tradicionales salieron y se expandieron, por ejemplo el Tahine, que toma su nombre del recipiente en donde se prepara, y que es una pasta con un alto contenido de ajonjolí molido y que es usado para muchas preparaciones, el Falafel, que es una croqueta a base de garbanzos y que siempre se come con pan de pita (éste pan ácimo tradicional de la cultura árabe), o los Shawarma (o mejor conocidos como Kebabs -que nada tienen que ver con lo que se compra en muchos países por la influencia de Estados Unidos-), que sí son panes de pita rellenos con carne de cordero asada y se acompaña de diversas salsas picantes y agridulces.

En general, la zona árabe consume éstos alimentos: cordero, yogurt, menta, tomillo, cuscus, arroz, canela, ajo, té (de Ceilán), azafrán, curry y cúrcuma, por mencionar algunos. La carne es menos preferida que las verduras, y existe un alto consumo de alimentos como pepino, berenjena, calabacitas y cebollas, en cuanto a las frutas, casi todo se limita a cítricos.

Como en toda gastronomía, resulta todo un tema hablar de lo que se puede comer en cada día, pero éste es un esbozo introductorio hacia lo que viven éstos musulmanes, no sólo en Asia, sino alrededor del mundo. Salam aleikum.

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