Si hiciéramos un top 100 de las canciones de amor más hermosas, que además tienen un vídeo clip de los más bellos y mejor dirigidos de la historia de la música -, a cargo de la genial Sophie Muller-, sin duda “No ordinary Love” (1992) de la banda británica Sade, ganaría los primeros puestos. Vean a una sirena, cantándole a su marinero y tomando agua con sal mientras lo busca.
Por Analhi Aguirre