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Una cocina verde para un planeta azul

©designtopnews
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Con todo lo que sabemos sobre el deterioro ambiental debido a nuestro ritmo de vida, ya podemos empezar a ser más amigables con el planeta a partir de gestos sencillos y acciones concretas. Aquí hay algunas alternativas para reducir el impacto ambiental que generamos en la cocina.

Por Inés Saavedra

De temporada

La transportación de alimentos a largas distancias genera gases de efecto invernadero que contaminan la atmósfera y requieren muchos recursos para empaque, refrigeración y distribución; la mayoría de estos alimentos contienen aditivos y conservadores que también contaminan tu cuerpo.

Consume frutas y vegetales de temporada: se consiguen en mercados locales o regionales, son más frescos, más económicos y de mucho mejor sabor. Con esto crece la economía local, se ahorra energía en el transporte y material de empaque, y además apoyas a los productos de tu comunidad. Evita sustitutos y productos industrializados: nunca serán mejores que los sabores de un producto real.

Genera menos basura

Una persona adulta genera entre 1.5 y dos kilogramos de basura al día. Recuerda que 82 % de la basura que produces es materia prima reciclable o reutilizable.

©kienyke
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Consume menos, reutiliza más. Evita los productos desechables y con empaques inútiles. ¡Aléjate del unicel! No uses tapas, bolsas y popotes que no necesitas. Elige papel o cartón en lugar del plástico. Prefiere presentaciones grandes a muchas pequeñas: esto reduce la cantidad de basura que se genera en empaques. Cuando vayas al supermercado lleva contigo una bolsa de tela o una canasta para transportar tus compras. Clasifica tu basura y llévala al centro de acopio; si no puedes hacerlo, al menos habrás contribuido al trabajo de la gente del servicio de recolección de basura.

Sediento y responsable

Una botella de plástico tarda entre cien y mil años en desintegrarse.

No consumas agua embotellada: pide mejor un vaso con agua. Recuerda que los filtros o garrafones ahorran muchos empaques (y dinero). Reutiliza tu botella; cuando decidas desecharla, hazlo en los contenedores especiales para plástico.

Limpieza sana

Las plantas productoras de cloro emiten desechos muy tóxicos que contaminan el aire y el agua.

©hogarutil
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Elige lavar con productos que verdaderamente protejan el ambiente. Evita el cloro porque contamina muchísimo. Hay desinfectantes y limpiadores en el mercado mucho más amigables con la tierra e igual de efectivos. Algunos productos caseros como la sal, el vinagre o el bicarbonato de sodio son muy útiles en la limpieza. Leer las etiquetas de los productos ayuda a no irse con la finta.

Agua y aceite

Un litro de aceite contamina hasta un millón de litros de agua.

No tires el aceite de cocina en la tarja. Utiliza una botella de plástico con tapa para recolectarlo y desecharlo en la basura.

Cuida los recursos

La producción de energía implica el consumo de recursos no renovables, como madera y los derivados del petróleo.

Cuidar los recursos es un acto ecológico y, sobre todo, económico. No dejes estufas o calentadores encendidos si no es necesario. Utiliza la menor cantidad de agua posible para lavar los platos, prefiere el agua fría a la caliente. Evita dejar focos encendidos innecesariamente y desconecta los aparatos eléctricos mientras no los utilices. Tapa las ollas y sartenes en los que cocines. Reduce el uso de plástico envolvente, utiliza sólo el necesario o sustitúyelo por contenedores con tapa.

Tener una cocina más verde no es cosa del otro mundo: es de éste.

¿Ya empezaste?

*Fuente: SEMARNAT y Greenpeace.

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