Vive experiencias únicas basadas en el más autóctono y auténtico mezcal, en Mezcalería Dolores. Conoce íntimamente “la bebida de los dioses”.
¡Vive la experiencia!
Si deseas conocer algunos de los mejores mezcales de México, puedes aprovechar las experiencias que propone Mezcalería Dolores.
Su propuesta busca llegar a las raíces del mezcal, resaltando los aspectos más representativos de esta bebida. El diseño artesanal de los espacios, con barro untado en las paredes, se asemeja al de las casas de producción de los maestros mezcaleros de Oaxaca. Sus colores cálidos enfatizan la sensación de bienestar. Es el lugar ideal para pasar un momento especial con la pareja o con amigos.
Los mezcales de Mezcalería Dolores provienen de Oaxaca, Puebla y Guerrero y se caracterizan por ser diferentes a las marcas posicionadas en el mercado. De esta manera la casa busca brindar a los productores la oportunidad de mostrar los mezcales que elaboran. Además, el costo es favorable para los comensales y propone una experiencia que resalta los sabores autóctonos de esas regiones.
Los orígenes del mezcal
El mezcal es, según una leyenda, “la bebida de los dioses”. Cuenta la misma qué cayó un rayo sobre una piña de maguey y la quemó. De allí surgió un jugo, la melaza, que al fermentar dio como resultado una bebida alcohólica. Luego, poco a poco se realizaron los procesos que dieron como resultado el tan preciado mezcal.
Alta calidad y gran sabor a un precio accesible
Marcas de mezcales como Lalocura son emblemáticas en Mezcalería Dolores. Esta etiqueta solo se encuentra en spots tan especiales de la Ciudad de México como el renombrado restaurante Pujol. Allí, una onza de este mezcal tiene un precio aproximado de $850, que en Mezcalería Dolores va de $200 a $250.
¿Cómo identificar un buen mezcal?
Elías Pablo, el bartender de mezcalería dolores, nos explica el procedimiento para saber cuándo un mezcal es de buena calidad.
Primero, volcar unas pocas gotas del mezcal en la palma de la mano y frotar ambas manos, como si nos pusiéramos una crema para manos. Al instante se evaporan los alcoholes y, al pasar el tiempo, la duración de los aromas que quedan indicarán la calidad del mezcal. A mayor duración mayor calidad. Similar a lo que ocurre con la calidad un perfume, ¿verdad?
Además, en un buen mezcal se perciben muy variados sabores y aromas.
Degustando buenos mezcales
En nuestra experiencia de cata en Mezcalería Dolores probamos, como primera opción, el Mezcal Espadín de Guerrero.
Para optimizar el sabor propio del mezcal, el bartender nos sugiere este sencillo procedimiento. Consiste en sorber un pequeño trago y, a continuación, exhalar por la boca. De esta manera, no se siente el alcohol en el paladar.
La siguiente propuesta fue el Mezcal Reserva Especial. Para elaborar este mezcal, el maguey tardó de 25 a 30 años en madurar. Dada su pureza, es un mezcal para disfrutar y saborear en cada sorbo, “de a besitos”. Sería un grave error tomarlo en un solo trago.
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A continuación, degustamos el Mezcal Espadín de “Mano y Corazón” (de Guerrero). Te recomendamos maridarlo con un taco de picadillo con frijoles fritos y arroz, mezclado con sal de gusano y una mezcla de chiles de la casa.
Por último, probamos el muy especial Mezcal Lalocura.
Cada etiqueta tiene lo suyo, y hay para todos los gustos: más suaves y más concentrados.
Tip del bartender: Si acompañas el mezcal con una rodaja de naranja, primero le das un trago al mezcal y luego comes la rodaja de naranja.
Cocteles de alta calidad
Si un mezcal es de buena calidad, el resultado de las mezclas que lo tengan como ingrediente será también de buena calidad.
A quienes prefieren los sabores suaves les recomendamos la Mezcalita de Jamaica o Mezcalita de Kiwi. Son preparadas y servidas como debe ser: con un equilibrio entre buena presentación, buen balance y temperatura ideal.
Experiencias de catas de mezcales.
En Mezcalería Dolores puedes optar por degustar mezcales o también participar de una experiencia completa de cata.
El objetivo de los creadores del lugar consiste en que este tipo de experiencias y esta calidad de productos estén al alcance del público en general y no sean exclusivas de quienes poseen un mayor poder adquisitivo.
Lo que queda es ¡brindar con mezcal!
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