Por Antonieta Torres
Un sándwich (del inglés sandwich, del mal castellano “sangüich” o “sanduiche”), como todos sabemos, es un alimento preparado con dos rebanadas de pan, que se rellenan con algún ingrediente o preparado, como embutidos, quesos, vegetales, huevo, o con alimentos dulces, como mermelada o cajeta.
El origen de la palabra tiene una historia curiosa: se le atribuye a (o más bien, fue reclamada por) John Montagu, IV conde de de Sándwich (Aquisgrán, en el distrito de Colonia en Alemania, aunque él es británico), quien fue un notable político y militar, aunque nadie sabe eso, lo relevante en él es que era un asiduo jugador de cartas, y fue su afición lo que durante las negociaciones de Paz de Aquisgrán, se vio inmerso en un eterno juego de cartas, que hizo que descuidara las comidas, por lo que pidió a los criados que le sirvieran un trozo de carne entre dos rebanadas de pan (para no mancharse los dedos), y en honor al conde fue que se bautizó con el nombre de “sándwich“ a ésta preparación.
Por supuesto que son una fantástica invención, ya que, en términos generales, tiene todos los componentes para una dieta balanceada, si se prepara con cuidado: carbohidratos en el pan, proteínas en las carnes, embutidos o huevo que lleve, grasas en los aderezos y vitaminas y minerales en los vegetales que pueda llevar.
Por eso como propuesta de alimento balanceado ¿por qué no un buen sándwich?
- de huevo con aguacate: preparando un huevo revuelto (que será el principal relleno), se tuesta el pan y se unta con un aguacate machacado, al que se pone una rebanada de queso (manchego o amarillo), el huevo y una rebanada de jamón, sobre esto unas hojas de espinaca y por último la otra tapa de pan.
- Y qué tal un sándwich de hot cakes: Aunque no estamos acostumbrados a comer éste tipo de panes con algo salado, es una buena opción para reinventarlo, poniendo una rebanada de jamón sobre una de las tapas de pan, encima un huevo frito, una rebanada de queso y por último otro hot cake, no suena tan mal…
- O un Sándwich de ensaladilla rusa con queso y pollo: Y si se quiere ser un poco más elaborado, por qué no comenzar con una ensaladilla (pudo haber quedado del día anterior), y si le agregamos unos cubitos de queso panela y pollo deshebrado, tenemos un aliado para la jornada matutina.
- otro de tocino y papas: un comienzo de día bastante llenador, hecho con papas cocinadas con un poco de aceite, a las que se le agrega tocino. Para formar el sándwich, se puede colocar un poco de mostaza en el pan, un poco del preparado de papas, una rebanada de queso y ¡listo! Un buen complemento sería un buen plato de fruta, ya que la intención es balancear.
- o también de plátano con chocolate: lo más sencillo del mundo, rápido, práctico y rico. Untamos dos rebanadas de pan con crema de chocolate y avellanas (nutella pues) y le ponemos en el centro unas rebanadas de plátano. Quizás quede bien con un té de hojas, o un jugo de naranja.
- ¿Y si al clásico de atún lo completamos un poco? preparando el atún con mayonesa, cebolla y apio picados; en dos rebanadas de pan untamos un poco de mantequilla, agregamos lechuga y jitomate y lo tapamos con otra rebanada de pan con mantequilla, mucho mejor versión, tanto por lo sano como por lo rico.
- Un delicioso sándwich con pan árabe también es una buena opción. Cambiando un poco la textura e imagen del sándwich pero bajo el mismo enfoque. Una opción es prepararlo untando una parte del pan con aguacate machacado, agregando pollo deshebrado, o una pechuga aplanada, cebolla, jitomate, hojas de perejil, una rebanada de queso blanco y cubriendo con la otra parte del pan, untada con mostaza, súper fresco y saludable.
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