Disfruta de Sancerre y conoce los vinos más representativos de Francia. Descubre la historia detrás de sus inigualables sabores.
Por Marcelo Sporis Ploy
Sancerre
Sancerre está ubicada en la Región Central de Francia, en el Valle del río Loire, departamento de Cher, a 200 kilómetros al sur de París.
Es una región apacible, llena de colinas con viñedos, donde existe un equilibrio interesante entre la actividad del hombre y la naturaleza. Toparse con zorros, faisanes y ardillas es frecuente y, también, que durante las tórridas tardes veraniegas de sol, abundantes pájaros acompañen con sus cánticos tus paseos en sus frondosos y extensos bosques. Sin duda, un lugar soñado por citadinos estresados…
Su historia
Sancerre es pequeña, pero su tamaño contrasta con su extensa historia; sobre todo la de la vinculación de los diferentes estadios políticos con la vid y con el vino. Ya Plinio, un militar, filósofo y naturalista romano apodado “el Viejo”, en sus escritos sobre la naturaleza menciona el cultivo de la vid realizada por los galos a orillas del río Loire. Es decir que podríamos estar ante la prueba de que la cultura vínica es prerrománica.
Como es lógico, más aún si seguimos un orden cronológico, por diversas cuestiones los romanos se instalaron y dominaron el valle. En primer término por cuestiones logísticas y militares (debido a la posición estratégica del monte) y, en segundo término por su afán de dominar mediante su cultura, tenían como aspecto principal el consumo del vino, hecho que se extendió en el período de Constantino.
En el siglo XII los monjes Agustinos, en la Abadía de Saint−Satur, dieron un auge importante al cultivo y la elaboración del vino, ya que para cristianizar se necesitaría de la noble bebida como herramienta portadora de lo sagrado.
Es destacado el famoso vino elaborado a partir de la uva pinot noire, que se vendía usando el río Loire como canal de expendio. Por esta razón era común en muchas cortes reales. Cabe destacar que la Abadía de Saint−Satur es un punto turístico obligado para aquel que desee conocer las bellezas del lugar.
Su terroir
Por último, en el período contemporáneo, Jules Guyot (1873), en su “Tratado de enología”, hace referencia a la calidad de las viñas de Sancerre, su cuidado y las buenas prácticas agronómicas de la región. En 1886, posterior a la plaga de filoxera, se plantó mayormente la uva Sauvignon Blanc, variedad particularmente adaptada al terroir. En 1921, se creó la Unión Vitivinícola para defender al vino de la zona de fraudes y, recién en 1936, la AOC (Appellation d’Origine Contrôlée o, en español, Denominación de Origen Controlada) es reconocida por decreto.
Su vino
Al hablar de los vinos de Sancerre es obligación mencionar a la uva Sauvignon Blanc, la reina indiscutida de la región, el cepaje que encontró en este terroir (Sílex o Calcáreo) un hábitat ideal para desplegar sus encantos, tanto en elegancia como en calidad.
Pascal Jolivet
Sancerre 2017. Clásico.
Sancerre es quizás el lugar especial donde la Sauvignon Blanc desarrolla su tipicidad. Pascal Jolivet ha sabido conjugar la calidad del terroir con un eximio trabajo profesional, tanto enológico como de marketing.
En cuanto a lo estrictamente enológico, lidera el staff la enóloga italiana Valentina Buoso. En lo referente a la comercialización, la empresa supo adaptarse a las tendencias internacionales y ser exitosa en el transcurso del tiempo. Hoy, se puede encontrar el portafolio de vinos de Pascal Jolivet en las grandes capitales del mundo.
Nota de cata
El vino está constituido por uvas Savignon Blanc clasificadas en la recepción de la cosecha prensadas ligeramente para mantener una fructificación óptima. El assemblage de terroirs posee las diferentes características del lugar: 50 % de piedra caliza, 30 % de arcilla-piedra caliza y 20 % de sílex. La piedra caliza proporciona mineralidad y finura, la arcilla aporta fruta y el pedernal estructura y mineralidad.
Color: amarillo limón pálido con reflejos brillantes
Nariz: cítricos y fruta de carne blanca. También, un dejo floral que lo torna elegante.
Boca: una acidez profunda que recubre el paladar proporcionando frescura y cierta sofisticación. En ello, conjugan, nuevamente, las frutas (durazno y pera) tenues pero presentes y un final, que me atrevería a definir, mineral.
Conclusión: un vino ideal para una tarde calurosa. Donde se pretende incorporar sofisticación al unísono de calidad basada en la uva Sauvignon Blanc. Su relación precio−calidad es exacta.
Maridaje recomendado: Si estuviera en América, pediría pejerrey y anca de rana sobre mousse de humita y algas.
Sancerre: lugar único…
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