¿De qué manera el “cómo cocinar” y el “qué comer” se convierten en una aventura? Veamos qué nos dice al respecto el Chef Adrián Alcalá.
¿Iguales recetas implican iguales resultados?
El arte de cocinar es una definición en sí misma pues, para mí, crear un platillo, sin importar si ya he cocinado la misma receta anteriormente, comprende una aventura completamente nueva. Cada vez el espacio, el ambiente y el estado de ánimo en que lo hago son diferentes. El olor, los aromas, se convierten en toda una experiencia para los sentidos, en sensaciones lúdicas.
A lo largo de mi camino por la vida he conocido infinidad de cocinas, recetas e ingredientes mezclados de innumerables formas. Algunas veces puede ser la misma mezcla de tomate, chile y cebolla lo que forma una salsa, sin embargo el tatemar los tomates o freír la cebolla cambia su sabor, color y textura. A pesar de las diferencias los distintos resultados se pueden disfrutar por igual, así como un día soleado se disfruta tanto como uno nublado, más aún si se tiene la voluntad y el ánimo adecuados.
Personas, momentos y platillos únicos
Aunque las cantidades y los procesos que realizamos al seguir las indicaciones de una receta sean los mismos, esto jamás asegurará un mismo resultado, ya que cada platillo lleva algo propio de la individualidad de quien lo cocinó, un sentimiento único que lo diferencia de los demás y se percibe en el sabor resultante, igual de único.
Cocinar no sólo debe implicar ingredientes, formas de cocimiento, cantidades, medidas y tiempos, se debe transformar en una forma de darnos un regalo, algo que, al igual que nosotros, será único e irrepetible.
Sobre la elección de los colores al comer
¿Por qué a veces queremos comer algo de color rojo como un tomate o una manzana?
El rojo representa psicológicamente calor, energía y fuerza, en cambio el verde balance y desarrollo.
El rojo representa psicológicamente calor, energía y fuerza. Por ello siempre se nos recomienda comer una manzana entre comidas.
Tal vez te hayas preguntado si una manzana roja tiene el mismo impacto en quien la come que una verde. Personalmente no lo creo ya que el verde representa balance y desarrollo. Aunque en ambos casos ingerimos la misma cantidad de potasio, vitaminas c y k, ácido fólico y luteína (un excelente antioxidante), la diferencia será el estado anímico o la necesidad emocional que tengamos al elegir comer algo rojo o verde.
Aprenderás un nuevo lenguaje sabiendo “escuchar” a tu cuerpo y alimentándolo tanto emocional como nutrimentalmente, con saber qué necesitas y no solamente qué quieres.
El ingrediente principal: tiempo de calidad
Cocinar es un placer que poco a poco ha ido perdiendo importancia debido a que nuestra rutina diaria hace que se vuelva a veces una obligación, dejando de lado lo importante que es tomarnos un tiempo para darnos un pequeño gusto.
El tiempo es relativo y su calidad varía según cada quién y cómo se lo ocupa. Jamás deja de pasar, sin embargo puede ser nuestro por 10 o 15 minutos que nos toma preparar un platillo sencillo, siendo ésta una experiencia que durará mucho más que el tiempo que se ocupó en prepararlo. Si lo compartimos con la persona adecuada puede ser algo que nos deje un gran sabor para toda la vida.
“La Belleza no hace feliz al que la posee, sino a quien puede amarla y adorarla” Hermann Hesse
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